Pruebas Funcionales
Estudios diagnósticos del
aparato respiratorio
Los estudios diagnósticos del aparato respiratorio son procedimientos que permiten evaluar la función, estructura y salud de los pulmones y las vías respiratorias. Son fundamentales para identificar enfermedades, determinar su gravedad, monitorear la progresión y guiar el tratamiento.
¿Para qué sirven?
Estos estudios son esenciales para:
Diagnóstico: Identificar la causa de síntomas respiratorios como tos crónica, dificultad para respirar, sibilancias o dolor torácico (ej., asma, EPOC, fibrosis pulmonar, cáncer de pulmón, infecciones).
Evaluación de la gravedad: Determinar qué tan avanzada está una enfermedad pulmonar y cómo está afectando la función respiratoria.
Monitorización: Seguir la evolución de una enfermedad a lo largo del tiempo y evaluar la respuesta al tratamiento.
Tipos de pruebas




Rol de enfermería
Antes del estudio:
Explicar el propósito del estudio, el procedimiento paso a paso, la duración estimada y qué se espera del paciente (ej., cómo respirar durante una espirometría, la necesidad de ayuno para ciertos procedimientos).
Indicar al paciente si debe suspender algún medicamento (ej., broncodilatadores antes de PFP), si debe evitar comer o beber, o si necesita alguna preparación especial (ej., no fumar).
Animar al paciente a hacer preguntas y aclarar cualquier inquietud para reducir la ansiedad.
Preparar el entorno para garantizar la comodidad y seguridad del paciente.
Durante el estudio:
- Ayudar al paciente a adoptar la posición correcta para el estudio (ej., sentado para espirometría, acostado para TC).
- Reforzar las instrucciones del médico o técnico y guiar al paciente durante el procedimiento (ej., "respire profundamente, ahora sople con fuerza y mantenga").
- Vigilar continuamente los signos vitales del paciente (frecuencia cardíaca, respiratoria, saturación de oxígeno, presión arterial), nivel de conciencia y cualquier signo de malestar o complicación.
- Documentar el procedimiento y las observaciones.
- Manejar muestras obtenidas (ej., etiquetar biopsias, asegurar su transporte adecuado al laboratorio).
- Estar preparada para reconocer y responder a posibles complicaciones (ej., broncoespasmo, arritmias, reacciones alérgicas).
Después del estudio:
- Continuar vigilando los signos vitales y el estado general del paciente hasta que esté estable y sin complicaciones, especialmente después de procedimientos invasivos como la broncoscopia (vigilancia de signos de sangrado, dificultad respiratoria, fiebre).
- Evaluar la presencia de cualquier efecto secundario o molestia (ej., mareos después de espirometría, dolor de garganta después de broncoscopia).
- Ofrecer líquidos o alimentos según las indicaciones y el tipo de estudio.
- Asegurar el descanso si es necesario.
- En caso de broncoscopia, monitorizar el reflejo nauseoso antes de permitir la ingesta oral.
- Proporcionar al paciente y a sus familiares instrucciones claras sobre los cuidados en el hogar, signos de alarma a los que deben prestar atención y cuándo buscar atención médica.
Estudios diagnósticos del
aparato cardiovascular
son un conjunto de pruebas y procedimientos que se utilizan para evaluar la estructura, función y salud general del corazón y los vasos sanguíneos. Su objetivo principal es identificar, confirmar o descartar enfermedades cardíacas, determinar su gravedad y extensión, y guiar el tratamiento adecuado.
¿Para qué sirven?
- Ayudan a detectar condiciones como enfermedad de las arterias coronarias, arritmias, insuficiencia cardíaca, defectos cardíacos congénitos, problemas valvulares, enfermedades del pericardio, tumores cardíacos, daño por un ataque cardíaco, y trastornos de la aorta y otros grandes vasos.
- Permiten observar cómo bombea el corazón, el movimiento de sus paredes, el funcionamiento de las válvulas y el flujo sanguíneo.
- Se utilizan para seguir la evolución de una condición cardíaca y la efectividad del tratamiento.
Tipos de pruebas




Rol de enfermería
Antes del estudio:
- Obtener una historia clínica completa, incluyendo antecedentes médicos, quirúrgicos, alergias (especialmente a contrastes), medicamentos actuales y factores de riesgo cardiovascular.
- Explicar el propósito del estudio, el procedimiento paso a paso (qué sentirá, cuánto durará), la preparación necesaria (ayuno, suspensión de medicamentos, etc.), y los posibles riesgos o molestias. Responder a todas las preguntas del paciente y su familia.
- Verificar que el paciente cumpla con los requisitos previos (ej. ayuno, retirada de joyas, acceso venoso).
Durante el estudio:
- Vigilar de cerca los signos vitales del paciente (frecuencia cardíaca, presión arterial, saturación de oxígeno, ritmo cardíaco en el ECG) y cualquier cambio en su estado (dolor, malestar, reacciones adversas).
- Documentar de manera precisa todos los eventos, hallazgos y medicamentos administrados durante el procedimiento.
- Conocer y manejar los equipos específicos utilizados en cada estudio.
Después del estudio:
- Continuar con la monitorización de signos vitales, nivel de conciencia, estado del sitio de acceso (en procedimientos invasivos), y la aparición de cualquier complicación (hematoma, sangrado, arritmias, dolor).
- Proporcionar instrucciones claras sobre los cuidados en casa, restricciones de actividad, signos de alarma a observar y cuándo buscar atención médica.
- En estudios con contraste, fomentar la ingesta de líquidos para ayudar a eliminar el contraste del cuerpo.